domingo, 12 de abril de 2009

DC duerme hoy a solas, custodiada por las luces de neón y el olor a sexo que inunda las calles en los días de primavera. Ya nada le preocupa, pues todo o nada se ha acabado, sólo quedan los días azules que algún día serán recordados como negros, como rojos, como nuestros o de nadie. Las noches nunca fueron suyas, sino de aquellos que, apreciando lo bonito de la vida, supieron disfrutarlas al máximo, reciclando aire de garitos oxidados, bebiendo cosas sin nombre que jamás volveremos a probar, fundiéndose en cuerpos únicos, sudados, salados...

DC duerme hoy a solas porque nunca ha querido dormir con nadie.